sábado, 22 de diciembre de 2012

La realidad de un cuento de Navidad...


Madrid, 22 de diciembre de 2.012


  Hace días que no veo la luz que me hace falta, la luz que me produce energía para liberarme de todo; hace días que me envuelve una apatía general que me encarcela en mil pensamientos destructivos y poco edificantes; no sólo soy yo, es la sociedad en general, el momento tan patético que vivimos los ciudadanos, familias ,empresas, personas que ven como poco a poco, como una marabunta que a su paso devora cuando cae en sus mandíbulas; es comprobar que el futuro deja de ser alcanzable y donde las posibilidades se diluyen como azucarillos en el café, pero con un sabor amargo
dificilmente endulzable y que por mucho azúcar que le echemos   no dejará de producirnos grumos de tristeza impotencia al digerirlo.
  Es un tiempo que, francamente, no quiero vivir, un tiempo y un sendero que me están marcando otros, donde con sonrisas diarias vienen a mofarse una o otra vez, para confirmar su indecencia, su inmoralidad y su escrúpulos inexistentes, donde con una firma envían al sufrimiento a miles de ciudadanos, sin el menos rubor, sin pestañear y cuando llega la tarde acuden a misa de 7 o de 8 para tranquilizar sus inexistentes conciencias. Son los abyectos en su máxima representación, los abyectos que acarician a un niño de color hoy, y mañana clavan cuchillos a millones de familias.
  Esta sociedad construida con el esfuerzo  millones de familias para preservar sus derechos, el futuro de sus hijos y por consiguiente crear ésa línea útil de las próximas generaciones ,de va al traste por la codicia de ese gran club de gobernantes corruptos que han pisado el acelerador de forma inversa, donde el pasado llega a una velocidad alarmante y con ello el drama y la desesperación..;¿ que importa un suicidio  o diez o trescientos ?; esto es, como en los desastres protagonizados por la basura política, daños colaterales, donde el precio más horroroso,más cruel  lo pagan los ciudadanos más débiles.
  Se está escribiendo una historia de un País, donde se podría pedir la colaboración de escritores propios del genero de terror:
 Lovecraft;Asimov,Highsmith, Poe y otros muchos más y, donde los ciudadanos, para evitar filtrarse en la locura, para no verse infectados de tanta indecencia e inmoralidad, recurren a otros para calmar su interior y no tirarse por la venta..; Delibes, Borges, Carpenttier,Cortazar y muchos otros más, para pedir ésa ayuda interna que no nos haga perder el equilibrio.

Es Navidad, pero sólo eso, una tregua para después...; seguir en las realidades, serían propias también de Horacio Quiroga, quien describía de forma excelente el mundo de los reptiles venenosos, fieras y fiebres asfixiantes, propios de nuestro tiempo con piel de humanos indecentes y corruptos.

Feliz Navidad.

Lon González.

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