miércoles, 7 de noviembre de 2012

IV...continuación..Notas sobre una partitura...

../...Ha hablado ya con el Juez de instrucción, que espera urgentemente su informe y espera urgentemente porque está más desorientado que ella y quiere un punto de arranque, la misma historia de siempre de los Jueces de Instrucción.

      Se ha analizado ya el contenido de las botellas de cerveza, el laboratorio ha sido especialmente rápido y el análisis ha dicho que las botellas de cerveza contenían éso, cerveza.

      -La única posibilidad que se me ocurre- está ofreciéndose explicaciones a sí misma, aunque sean totalmente remotas- es que hubieran ingerido tanta que les hubiera afectado gravemente a sus vísceras.

      -¿ Pero a todos ? -critica su propia conclusión.

      - Y no había absolutamente nada en la habitación, que no fuera la cerveza, no vamos a pensar en residuos tóxicos de la pintura, las muertes hubieran ocurrido mucho antes y las paredes no ofrecen aspecto de estar recién pintadas.

      - Los libros tampoco, la ropa tampoco, los materiales de los discos tampoco y no voy a pensar en el disparo de una flecha envenenada y no voy a pensar en el asesinato colectivo, las ventanas estaban cerradas, no aparece fractura alguna en las puertas y todos los cadáveres tenían un aspecto tranquilizador, todos estaban sentados, incluso sus caras parecían atentas a lo que escuchaban.

       No puedo entenderlo- por muchas vueltas y revueltas que daba, no encontraba la solución, por lo menos un punto o un dato concreto, que le permitiera seguir la investigación.

       -He tardado menos de veinticuatro horas -presume el médico forense.

       - Y yo se lo agradezco- contestó la inspectora de Policía-. ¿ Cuáles son los resultados ?.

       - Ninguno.

       - ¿ Cómo puede ser posible ?.
   
       - He analizado todos los cadáveres, he seccionado su cerebro, sus pulmones, su estómago, he repasado sus arterias, he llegado hasta la femoral, pasando por las venas ilíacas y no he encontrado absolutamente nada que pueda ser determinante y que pueda fijar como causa de la muerte, ni siquiera como posibilidad. No había drogas, en el estómago tan sólo restos de cerveza y todas las anatomías de los cadáveres correspondían a la edad de los fallecidos.

       - ¿ Que edad tenían ?- inquirió la Inspectora.

       - De acuerdo con las informaciones recibidas, todos dieciocho años.
       No podemos iniciar una investigación, simplemente porque los muertos tuvieran la misma edad.

       - Tiene otra solución- sugirió el médico forense.

       -¿ Cual?.
       -Está muy claro, todos han fallecido de muerte natural, sobra nuestra presencia y sobra la investigación policiaca. El hecho es un accidente fortuíto.

       - Doctor- interroga la Inspectora de policía- ¿ puede establecer la hora de cada uno de los fallecimientos?.
       - Desde luego-contestó- ciertamente molesto, como si se dudara de su profesionalidad-. Todos han fallecido con intervalos de décimas de segundo y, perdona la forma de expresarme, la medicina no puede establecer esas décimas de segundo, pero teniendo en cuenta el llamado rigor mortis, la ausencia de sangre caliente en la circulación, la postura que todos tenían, muy similar, podemos decir que todos fallecieron en el mismo momento.

      - ¿ Y pretende hacerme creer que, en una reunión de siete jóvenes, es casualidad que todos fallecieran en el mismo momento ?.
      - Es lo que dice la autopsia, no hay otra causa que no sea la puramente natural.


continuará....

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