viernes, 24 de julio de 2015

LA CAMORRA DE LA MORAL




   No  duerme la Conferencia Episcopal, los miedos y temores a una huida de la fe, de los clientes, del ungimiento voluntario o de talonario, que ven la insuficiencia de su materia en las aulas y quieren recobrar la denominación " la letra con sangre entra" y hacerse presente Si o Sí, olvidando que España es un País aconfesional, pretendiendo ocupar el primer puesto del ranking de las confesiones a la fuerza, tantoque quizás persigan que en cada pupitre exista un crucifijo.

   Pero no solo se trata de obtener ese primer puesto, ya ocupan el primero a la hora de recibir dinero directamente del Estado. Tienen un lugar de privilegio en la declaración de IRPF qué aun no existiéndo la crucecita, la partida les llega igualmente en unos nada despreciables diez mil millones anuales. Esto y otras cuestiones de "alarma social" es algo que ningún gobiierno ha podido eliminar; de izquierdas y de derechas a pesar de ser un argumento de campaña electoral en los de izquierda claro está, por tanto, no hay forma de tocar ese sacrosanto tratado de Iglesia-Estado, convirtiéndo la fe en algo más que una rutina de capilla, alojándola en negocios libre de impuestos y de inmatriculaciones inmobiliarias a 30 € la inscripción por finca, bastándo únicamente la firma del Obispo de turno.

 La IGLESIA recibe millonarias cantidades del Estado y como buenos gestores en la económico, son inversores en multinacionales de dudosa moralidad y de paso se permitieron jugar en las finanzas con ese dinero celestial que supuestamente iba dirigido a los más necesitados, pero ya sabemos que las necesidades empiezan por uno mismo, de hecho, una parte se dedicó al alojamiento del jubilado Rouco Varela; sus méritos le hicieron ganar el espléndido ático y sus comodidades.

 La iglesia parte y reparte, no les duele informar que se destina a CARITAS  una gran cantidad de dinero, pero esto dista mucho de ser cierto, Caritas dice todo lo contrario, reusltando una mínima parte la destinada a dicha institución.

 No puedo evitar  comparar a la iglesia con las Fundaciones de Partidos, porque ese ranking  es ocupado por el clero y la fundación FAES, en el medallero ocupan el primer puesto y, como es lógico, un misterio el destino de los fondos; de unos debemos intuir que va a los necesitados precarios, con fe o sin ella porque a fin de cuentas son precarios y pedigüeños, de otros, al pago de conferenciantes y ponentes de honorables muy agradecidos; a unos les falta y a otros les sobra.

Dicho esto, resulta imposible olvidar aquella canción de Joan Manuel Serrat, titulada "La Camorra de la moral". La canción es vieja pero la letra muy vigente.


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