domingo, 27 de noviembre de 2011

LOS NOMBRES QUE PESAN.....

Hay días que pesan tanto las cosas que incluso nuestro propio nombre se convierte en la mayor de las losas; es tan pesado que hasta los mas cortos parecen una fila interminable de palabras agolpadas cuya pronunciación resulta imposible y poco  recomendable, porque la carga de recuerdos condicionan nuestra vida cotidiana y hacen imposible centrarse en lo "actual", en lo que nos hace vivir, en el sentido positivo de las cosas para seguir caminando. El nombre es algo que nos identifica y también nos "califica" y hay que reconocer que cuando las experiencias no han sido todo lo que deseábamos, volver a repetirlo resulta un continuo recordatorio del pasado inmediato. También hay nombres que resultan poco atractivos fonéticamente hablando, pero claro, eso no es culpa nuestra sino de quien tuvo la idea de asignarlo a nuestra persona, pero se podría decirse que existe un estudio de nombres y personas y el efecto que produce al conjugarlos.
En definitiva, hay nombres que mejor no pronunciarlos.
Lon González.

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