Buenas noches,
Como otras noches, esta es una de pluma y papel, pero no quiere decir que sea una noche de éxito relajante o mejor dicho.., de plácida tinta sobre su almohada, almohada blanca y deseosa de ser bañada por la ligereza de la pluma que conectada a una mano obedece las instrucciones del atormentado escritor. Se trata de burlarse de los duendecillos que pululan por los recovecos que forman el laberinto del cerebro y si ganamos la partida, quizá se obtenga algo positivo, algo que transmitir, algo de lo que se pueda guardar para recordar, con gracia o sin ella, por que de alguna manera nos haya hecho pensar o coincidir en la situación dibujada.
Durante la noche se produce una gran concentración de elementos; unos físicos y otros que no vemos, pero sabemos que están, sí. Están ahí; mientras levantamos la cabeza para inspirarnos, nuestra mirada se dirige a un cuadro que en ocasiones ni miramos durante el día, una figura, un espejo o una planta; para nosotros todo tiene vida, que no percibimos y que nos ayuda a encontrar la referencia del hilo que necesitamos para darle vida a nuestra pluma, plasmarla en el papel y producir un personaje, una historia. Chejov, decía que el actor y el escritor deben obtener sus puntos de referencia, ya sea sobre un escenario o sobre cualquier elemento que nos rodee, efectivamente así es....; a veces conseguimos algo; una linea, dos, tres, cuatro y de vez en cuando una borrachera continua y llenamos algunos folios. Un éxito, verdad?
Creo que en este momento he podido conseguir algo de ello, no es una historia pero si parte de la mía......
Lon González, a la sazón Salva González.
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