viernes, 2 de diciembre de 2011

I+D+I

Pedro, el oculista, ha salido corriendo de su casa y al llegar a su establecimiento se encontró con el piquete inesperado; los transeúntes, perplejos, no daban crédito a lo que se estaba gestando. La policía preparaba una carga y las madres sujetaban a sus hijos que querían participar.
Había mucha confusión y los nervios se estaban haciendo dueños de la situación. Pedro intentaba mediar para que los manifestantes entrasen en razón; todo estaba fuera de control, no había acuerdo posible.
Las nuevas tecnologías revolucionaron la materia prima almacenada.

Lon González.

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