COMPAÑERO DE VIAJE

He caminado tanto que mis zapatos chillan de terror, su piel ya no acepta cirugías constructivas, pero su experiencia le permitirá escribir unas memorias para entretener a sus zapatitos .
Ha conocido muchos paises y gente y con ello colegas muy variados, ha sentido en su piel el frío de la nieve y las aguas frías de la montaña, donde con sorpresa habito bajo techos inimaginable; ha visto las estrellas y la aurora boreal donde la magia de sus colores iluminaba su piel y dejaba en efecto extraordinario en sus cordones...
Pisó charcos para divertirse ( cosa de su dueño) y barro para después recibir un buen baño y cremas reponedoras .
Los calcetines no le hacían mucha gracia; se llevaba bien con la lana y mostraba su incomodidad con lo sintético, pero esta cuestión no podía resolverla y, hablando de incomodidades, la más insoportable era cuando a su dueño le apetecía hacer gala de su experiencia como bailarín ( según él claro, por que no tenía ni pajolera idea y mucho menos gracia ), entonces el sufrimiento era inenarrable.
Pero a fin de cuentas