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La noche hacía fácil la conducción del vehículo, Berta y Nuria coincidían en que la noche y la luz de los faros hacían más seguro el trayecto, evitando con ello los efectos visuales que se producían al amanecer y a plena luz del día, perdiendo con ello la realidad de la carretera, por otra parte, en clara oposición, Sandra se quejaba de la incomodidad del viaje por la seguridad inversa que a ella le producía.
Berta conducía con seguridad, pero las grandes distancias al final le pasaban factura, por lo que al llegar a la primera estación de servicio decidió que Nuria la relevase, ella estaba hasta arriba de café y parecía tener los ojos como un búho en plena fiesta; el coche era un regalo del padre de Berta, un volvo bien equipado de última generación y muy apropiado para ella; Berta, era dinámica, inteligente, muy capaz de todo..; estaba iniciando su vida como profesional de la medicina en su especialidad de ginecología, por su parte, Nuria ejercía como Oncóloga en la sanidad pública, donde demostraba cada día que era una gran profesional y por último Sandra. Sandra era el punto opuesto de sus dos brillantes amigas, a pesar de su cociente intelectual, muy elevado, decidió vivir la vida de otra manera, obtener todo el jugo posible a cada minuto..; vivir sin lujos pero tener los conocimiento necesarios para saber cómo obtener los recursos y cuando y porqué debía hacer las cosas, siempre para extraer de la vida un gramo de felicidad o de satisfacción personal, dejando a un lado las personas tóxicas que por el camino encontraba.
Sandra dormía en la parte de atrás del coche y Berta en su posición de copiloto, daba charla a Nuria para hacerle más amena la conducción, también porque, como a muchos le ocurre, sólo van tranquilos cuando conducen.
Berta quería saber que pasó aquella noche que pasaron en la playa hacía ya tres años..; nunca abordaron en profundidad todo lo que vivieron y el tiempo no había borrado de sus mentes; un asunto arrinconado en la memoria que nunca apetecía rescatarlo..
Sabes Nuría ..? aún tengo en mi piel grabadas tus caricias veloces por miedo a que Sandra nos sorprendiese, lo supo alguna vez..?, aunque no sé por que te digo esto, porque en el fondo me da igual si lo supo o no, si sabe que te amo desde hace mucho tiempo y que tu miedo sigue vivo frete al mundo que te rodea.
No, Berta, nunca lo supo y aún no estoy preparada para cantar al mundo mis sentimientos por ti, mi miedo existe sí, pero nunca has necesitado mis palabras publicitadas para saber lo que siento y lo que te deseo, juegas con ventaja, tu mundo no es el mío y hace mucho tiempo que has vencido los obstáculos..; no desconozco que has tenido otras aventuras, calla, no digas nada por favor, lo sé y punto, no voy a reprocharte nada porque soy yo la culpable de esta situación, es más, sé que no he sido justa contigo..,siempre me has dado mucho más que yo a ti, soy consciente.
Aquella noche fue, como bien dices, veloz en mis afectos..; tú alargabas tus besos y caricias y te detenías en mi entrepierna dándome la vida.., yo, estaba sin poder serenarme, sin corresponderte en la misma medida, temía que de un momento a otro Sandra abriría la puerta y nos pillase desnudas y excitadas ...; me habría muerto en el mismo instante.
Ahora voy caminando más segura, intento hacer separación de mi vida profesional y sentimental, pero al contrario que tú, no he tenido encuentros con ninguna mujer, bien es cierto que en el hospital existe una cirujana que me gusta mucho, pero tranquila cielo, sé que en el fondo de mi alma sólo existes tú, dame tiempo.....; este viaje precisamente es para retomar en parte nuestro tiempo perdido.
Berta quiso reaccionar un tanto emocionada, una lágrima corría por su mejilla..; entonces, porqué has invitado a Sandra a este viaje, no habría sido más lógico sin ella?, sí, habría sido mejor, pero no pude decirle que no por que ella tiene un motivo, es amiga nuestra y no pude negarme..
Motivo, que motivo?- dijo Berta.-; verás, hay algo que no sabes de Sandra, has estado casi dos años sin verla y desconoces otro hecho ocurrido la misma noche de la playa.
¿ Recuerdas a Tomás, el hijo de diseñador de la casa de la playa?, claro, si que lo recuerdo, muy estirado y un tanto pretencioso, quiso llevarme a la cama a los diez minutos de estar allí, le envié a tomar por el culo directamente, un grosero. Pues bien, no te llevó a ti a la cama y en tu lugar violó a Sandra cuando bajo al sótano a coger unas botellas de champan;-la cara de de Berta quedó maquillada para el terror por su expresión- pero qué me estás diciendo, hijo de puta!!!.
Como ya puedes imaginar, la violación quedó silenciada por los padres de Sandra y con el dinero que los padres de Tomás ingresaron en un fondo para la educación del bebé, cuidado durante todo este tiempo por los tios de Sandra en la casa que tienen al lado de la nuestra.
Sandra solo puede tocar ese fondo para su hijo y te aseguro que es una cantidad muy importante, pero coincidirás conmigo que la vida de Sandra ha ido por otros derroteros y también que fueron marcados por dicho acontecimiento, sigue sonriendo y viviendo practicamente como entonces, pero yo sé que no es así, ahora tú lo sabes también. Este, querida mía, es uno de los motivos fundamentales de este viaje, se va a hacer cargo del niño para asumir el cuidado del hijo de un violador.
Pero, como te digo Berta, este viaje tiene otro motivo, en este viaje voy a amarte como ninguna otra persona lo hará nunca, como si fuese mi última voluntad a cumplir en vida; esta vez, mi piel será tu piel y mi verbo será el mismo que el tuyo y, desde esta noche mi amor, ya no habrá armarios en mi vida y la carretera de nuestra vida comienza aquí, para no dejarla nunca, para que yo sea el motor y tu mi gasolina, para que juntas usemos el mismo trayecto, de ida y vuelta, pero siempre unidas.
Te amo.
Berta ya no pudo contener las lágrimas..., Nuria paró el coche y se besaron profundamente, en un beso cálido, húmedo, profundo y largo, muy muy largo.
Sandra dormía, pero, como sus amigas, estaba muy despierta viviendo una vez más otro acontecimiento de su vida, una noche de carretera....
Lon González.
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