miércoles, 5 de agosto de 2015

CAMORRAMUNDI



    Desde su terraza situada en la zona norte divisaba las torres del núcleo financiero, ciudades verticales que albergaban infinidad de oficinas de grupos empresariales situados en la vanguardia de los grandes negocios. En una de las torres aparece en su fachada el símbolo de una empresa que lejos de situarse en la honradez y transparencia, publicita su imagen de abyecta conducta y oscuros negocios; muchos han sufrido las consecuencias de su gestión y sólo el amparo y la protección del gobierno de su País han paseado altivamente la cabeza para decir de forma grosera y prepotente que son inocentes y por supuesto honorables.
    El País de Camorramundi se distinguía por su gran club de corruptos- podría decirse que era una extensión de la cosa nostra napolitana y La Calabria profunda--, todos ellos ejecutivos de alto standing, todos, con un nivel de vida ganado con el sudor propio de los abyectos, amorales por naturaleza, muy religiosos de misa diaria, la mayoría, y de reclinatorio para confesar sus pecados a sabiendas de ser eliminados con una mínima pena con la divinidad, un hilo directo reservado a tan exclusivo club.
   Camorramundi, no sólo era un País especial y abierto a las mafias más selectas qué exentos de aplicación de la justicia compensaban sus fechorías comprando deuda y tráfico inmobiliario para obtener la nacionalidad. Por otra parte, Camorramundi a través de sus inteligentes políticas, saqueaba la caja de pensiones de ése otro club que formaban los ciudadanos de nómina, a la sazón masa, una masa obediente y sumisa qué viendo cómo se esfumaba su futuro, el de sus generaciones y de sus derechos más básicos, seguían introduciendo la papeleta en las urnas, con ello, esperando el cumplimiento de tanta promesa realizada con luz y taquígrafos .
   Camorramundi tenía una gran facilidad para promulgar leyes que contrariamente protegían a los poderosos por encima de la masa obediente y sumisa, la actividad era incesante y reservaban sus energías a la entrega incondicional por el bien en particular. Nadie se oponía a esa maquinaria de fabricación oficial, nadie objetaba una coma y mucho menos un punto final.
  Camorramundi ya figura en la lista de record de la estupidez y la barbarie administrativa, incluso es sancionada por su conducta exenta de democracia y de justicia.
  Se hicieron expertos en nombramientos a dedo y puertas giratorias, donde se sorteaban los cargos más suculentos, preparación que no recogían sus CV pero sí una identificación llamada "carnet", no de persona, sino de abyecto y experto en genuflexiones.
  Menos mal que la literatura tiene estas cosillas, imaginas e imaginas y no llega a tener fin, preocupante sería si realmente existiera un País tan podrido y sin justicia, sería un buen argumento para la realización de una película extraordinaria . De Oscar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario