jueves, 29 de marzo de 2012

Antón Chéjov

Buenos días,

  Ayer recibí una llamada de alguien que no esperaba; una sorpresa y a la vez estímulo que agradezco profundamente. Esto me hizo repasar algún autor preferido, porque me situó en otras historias y quería encontrar un paralelismo entre comportamientos humanos de otros tiempos y los actuales, cuestión que no ha cambiado en casi nada para algunos individuos a pesar del tiempo transcurrido, quizás algunos efectos y formas, pero básicamente siguen existiendo. Antón Chéjov, sin duda, es uno de mis preferidos, de él he aprendido a moverme en el teatro y de él, he conocido comportamientos humanos e inhumanos, como su lucha familiar con sus hermanos, en particular con su hermano Kolia. Entre muchas de las cartas que Chéjov dirigió a su hermano, está  que vengo a reproducir y que deja muestra de "otro" comportamiento qué eliminando algunos extremos, tenemos aún en nuestra sociedad:

Carta escrita por Antón Chéjov, principios de 1.889, a su hermano Kolia, en relación al comportamiento que éste mostraba a su esposa Natalia:
  " me tuve que alejar de ti por culpa de tu horrible y totalmente injustificado tratamiento de Natalia  y la cocinera...Un lenguaje mauseabundo, constante y de la peor clase, gritos, reproches, peleas en la comida y en la cena, quejas constantes sobre tu trabajo duro y tu vida condenada...¿ No es eso una expresión de tiranía grosera? . Por patética y culpable que sea la mujer, por mucha intimidad que tenga contigo, no tienes derecho a sentarte en su presencia sin pantalones, a estar borracho delante de ella, a a usar un lenguaje que no emplean ni los obreros de las fábricas cuando ven mujeres cerca...Ningún marido o amante decente se permitiría hablar con grosería a una mujer sobre "meadas" o sobre papel higiénico, ni hacer una broma irónica   sobre sus relaciones en la cama, ni fisgonear verbalmente en sus órganos  sexuales. Ese comportamiento corrompe a una mujer y la distancia del Dios en que cree. Un hombre que respeta a una mujer, que la ama y es bien educado, no aparecerá delante de la criada sin pantalones, gritando con todas sus fuerzas; " Katka, trae el cubo de mear!!"...Entre la mujer que duerme en sábanas limpias y la mujer que se acuesta en sábanas sucias y se ríe a carcajadas cuando su amante se tira un "pedo" existe la misma distancia que hay entre un salón de recepciones y un bar...No puedes decir impunemente esas obscenidades delante de los niños, o insultar a los criados o decirle con despecho a Natalia: " ¿ lárgate y vete al infierno! ". No voy a mantenerte.

Este es un fragmento de la carta, donde además Antón chéjov, reprobaba a su hermano otros comportamiento, pero con este descrito es suficiente para encontrar ése paralelismo en el tiempo...

Lon González, a la sazón Salva González.

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