¿ Sabemos como es nuestro interior más conflictivo, hacia dónde nos puede llevar, cuántas dudas nos engañan a veces y por ello cometemos grandes errores; qué nos aterra, qué miedos juegan con nosotros que no somos capaces de quitarnos la venda de los ojos para gritar y caminar sin temor a encontrar piedras por el camino, qué nos hace pensar en nuestra inmadurez para tomar decisiones, amamos con la misma entrega que nuestro cerebro nos dicta, porqué somos tan cobardes cuando deberíamos dar un puntapié de forma decidida?
Quizás todo esto sean cuestiones que nadie puede resolver,quizás una solución sería convertirnos en grandes filósofos. Tal vez el ser humano carezca de ésa capacidad para ser "lúcido" y realista; inteligente y por qué no, un valiente ante cualquier cuestión que la vida plantea, pero las valentías no siempre son justas por sus orígenes, porque bien podrían no serlo y estar nutridas y cargadas de una gran dosis de egoísmo y crueldad.
Probablemente habría que encontrar un sentido a todo a través de conocimiento de nuestra propia personalidad, con transparencia y con toda la sensibilidad posible; no sirve que nos prejuzguen, pero sí sería efectivo que el "juicio" , en estos juicios, fuésemos "juez y parte".....
Lon González, a la sazón Salva González.
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