LA ANSIEDAD DE UNA HOJA ...

La hoja estaba dispuesta, pedía a gritos un baño de tinta y fueron tantos los producidos que el escritor se dio por aludido; dejó lo que hasta entonces estaba haciendo y se sentó en el escritorio, cogió con decisión la pluma y.................

El teléfono sonó en repetidas ocasiones hasta que María decidió descolgarlo; estaba en la parte opuesta de la casa y tuvo que correr por el pasillo para no perder la llamada; al descolgar pudo reconocer la voz de quien durante muchos años le hizo vivir toda la pasión y todo el amor que una mujer podía desear, también todo lo que ninguna mujer debía padecer, aunque esto y, no fue de otra forma, pudo haberse evitado....

Salió de casa en dirección a la cafetería de costumbre, pero en esta ocasión había decidido romper las distancias y cautelas prescritas, había pasado mucho tiempo y la película de su vida siempre se detenía en los momentos de gozo y pasión que tanto le hicieron disfrutar, era la confirmación de sus sueños recurrentes.

Estaba sentado en una de las mesas del fondo y María, al verlo, no pudo evitar un terremoto interno que le hizo estremecerse . Se besaron en la mejilla y sentados, uno frente al otro, iniciaron una conversación que traducía el deseo contenido, que sin muchos preámbulos se buscaron  debajo de la mesa; ella descalzó su pie y con sutileza buscó la entrepierna de su amor tormentoso y con gran excitación iba realizando movimientos con una carencia que iban configurando la silueta de su miembro. la secuencia tuvo que interrumpirse por la presencia de un camarero y por tanto decidieron continuar en casa de María las siguientes secuencias. El riesgo y la aventura retomaban su andadura..

Al día siguiente todo era distinto, los periódicos recogían la noticia; la policía encontraba en un apartamento el cuerpo desnudo de una mujer joven, con claros signos de violencia sexual.

La tinta y la hoja que conforman esta historia lloran el nefasto encuentro de esta noche....