LOS AMANTES....

 Llegaron al final del bosque cuyo camino frondoso escondía el maravilloso lago, donde tantas veces se fundieron en miles de caricias, donde tanto amor quedo sobre la hierba formando un manto de palabras y susurros, donde sus cuerpos explotaron de placer y como testigos la luna y las estrellas. Se amaron sin descanso y sus miradas recorrieron cientos de veces sus siluetas, con silencios y preguntas contestadas a través de su piel. Solo existían ellos, se amaron después de amar y el canto de sus gemidos acompañaba la brisa para formar una melodía difícil de sustraerse; perdidos, húmedos y gozantes de sal y pasión.
Caminaron desnudos hasta la orilla del lago, donde se bañaron para dar rienda suelta a las delicias y caricias del agua, que jugando con sus cuerpos alcanzaron un nuevo extásis de placer.

 Lon González.