sábado, 29 de marzo de 2014

A MI AMIGA



 Hubo un tiempo en el que sus pasos, sonrisas y todos los afectos posibles conjugaban el mejor verbo.

 Algo pasó y todo se vino abajo.

Nació entonces la locura, desesperación y las horas que vivía junto a él se pagaban con el comportamiento más abyecto del ser humano; tanta crueldad para administrar sufrimiento no era soportable. Vivía para infligir padecimiento a quiénes más indefensos estaban; tan desalmado como para negar la existencia de su sangre, tan necio como para exigir compensaciones.

Cansada de todo, tomó su decisión con firmeza, lo hizo al tiempo de recibir el último nexo de su maltratador, de su verdugo.

Abrió la ventana de la esperanza, luchando con unos y otros, luciendo la sonrisa diaria, más maternal para sus pequeños amores, también maltratados.

Habla de prisa, los movimientos de sus manos quieren decir mucho  más y al tiempo su mirada, limpia, dice que hay otro mundo qué, aunque ahora se ve lejano, existe para ella, un camino que va a recorrer con decisión y con todo el amor posible para quiénes son la justificación diaria de sus motivaciones.

No puede evitar las lágrimas, pero, después de verlas, no son como otras.., estas son los efectos del recuerdo amargo, que serán sustituidas por otras de verbos bien conjugados.

Yo apuesto por ella.....

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