viernes, 7 de febrero de 2014

AL JUEZ CASTRO.



Buenos días,

  Aunque la prensa sigue poniéndonos en la "tensión alta" por todo lo que estamos viviendo.., no porque la prensa se dedique a provocar inclemencias físicas a los lectores, sino por todo lo que esta sociedad está sufriendo y en particular, en la mayoría de las ocasiones, por quiénes deberían guardar y hacer guardar la normalidad, pero no voy a centrarme en toda esta amalgama, es viernes y necesito algo de paz interior; voy a centrarme en un personaje que este fin de semana va a ser el centro de atención de todos los medios, el Juez José Castro Aragón.

 Sin duda. El Juez Castro, como otros que ya conocemos, es un profesional de la justicia que, es evidente que no conozco personalmente, pero sí leído y releído para llegar a conclusiones de su actuación profesional; profesional,imparcial justa y eficaz.
 El Juez Castro, lleva toda su vida administrando justicia; comenzó como funcionario de prisiones e inicio su carrera judicial en Andalucía, Canarias ( Arrecife), Cataluña y desde 1985 hasta 1,.991 en Mallorca como magistrado de trabajo, pasando en dicha fecha a su situación actual.
 Es sin duda un Juez valiente, un Juez que ha instruido con TODAS LAS DE LA LEY, sin importar el cargo de los imputados ni el color de la sangre ,y por tanto respetado por miembros de la policía, guardia civil y compañeros, y en su denominador común, " averiguar la verdad ", cosa que viene haciendo desde entonces.
 Para muchos o unos cuántos, según se mire, es un Juez molesto, vamos...; un incordio porque no acepta ser dirigido por nadie y huye de los protagonismos mediáticos, porque la labor de un Juez debe ser así..; silenciosa y eficaz.
  Ha puesto en su sitio a poderosos que se creían intocables, el Sr. Matas sabe mucho de eso; no tuvo ningún reparo en ordenar un registro el día de Nochebuena para la apertura de la caja fuerte que el Sr. Matas poseía en su domicilio.
  Pero desde que se está instruyendo el caso Noos ( en un principio denominado caso Urdangarín) y de los personajes que están inmersos en el mismo y, por tanto la infanta, ha sufrido ataques desde todos los flancos, para debilitar sus fuerzas y guiarle por caminos que él no quiso ni quiere tomar; es el Juez instructor y por tanto es él quien debe marcar la pauta para esclarecer la verdad( con o sin ayuda de la fiscalía); una vez acabe la instrucción, su responsabilidad habrá terminado y será entonces cuando otro Juez o jueces dicten sentencia si hay procedimiento sobre el sumario.

 No voy a extender más este comentario, porque a fin de cuentas, no viene a ser más que una opinión personal y quizás, coincidente con muchas otras personas, pero siempre..., con claros tintes de imparcialidad y de solicitud al sentido común.

 Por tanto, que sea la justicia, la auténtica la que se ocupe de acabar con este proceso que tan incómodo resulta para otros.



 

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